En la era digital, es fundamental que las empresas piensen en el futuro. Para seguir prosperando en los próximos años, las organizaciones deben prepararse para los próximos cambios en los sistemas de pago. Tanto si opera dentro de un nicho específico como sí tiene un amplio alcance a través de las industrias, es imperativo que su empresa entienda el efecto de estos cambios en su negocio.
Al detectar lo que podría afectar a su empresa tan pronto como este año y el próximo, podrá tomar medidas de precaución para evitar cualquier dificultad. En este artículo, le contaremos qué viene impulsando cambios en los sistemas de pago, y tres áreas en las que se darán transformaciones inminentes:
El principal motor de estos cambios es el creciente número de personas que utilizan los pagos digitales. El boom del e-commerce, la digitalización acelerada por la pandemia del COVID-19, la innovación en dispositivos móviles, la demanda de inmediatez por parte de los consumidores, son algunos de los factores que desencadenan el hecho de dejar atrás el dinero físico como método de pago.
Todo indica que estas cifras aumentarán con el pasar del tiempo. Y aunque esta tendencia pueda ser vista como un inconveniente para las empresas, en realidad ofrece muchas oportunidades.
Si más personas utilizan métodos de pago digitales, entonces las empresas necesitarán de infraestructuras adicionales que les permitan soportar el aumento de esa demanda, lo que se traduce en mayor inversión en este espacio. Como resultado, las empresas deberán elegir entre las opciones que permitan satisfacer las demandas de sus clientes, consumidores, o usuarios.
Las tarjetas EMV brindan soluciones a problemas de ciberseguridad que representan un desafío antes los métodos de pago digitales. EMV viene de las siglas "Europay, MasterCard, Visa", que fueron originalmente sus creadores, y básicamente se refiere a una tecnología de chip inteligente que poco a poco se instala como un estándar global para procesamientos de pago por distintos medios.
Históricamente, las bandas magnéticas de las tarjetas almacenan la información de todas las operaciones que se realizan con ella. Pero actualmente, son cada vez más las tarjetas que contienen chips que cumplen esa función de almacenamiento, y el factor principal que propulsó ese cambio es el aumento de pagos digitales.
Por este motivo, es importante contar con métodos o herramientas de procesamiento de pagos que permitan a las personas utilizar tarjetas con esta tecnología. De esta forma, no sólo las empresas no se quedan atrás, sino que los consumidores se sienten más seguros por los beneficios que trae esta tecnología en términos de ciberseguridad.
En los últimos años se ha popularizado el uso de códigos QR con diversas finalidades. Probablemente quién no conocía este método antes del COVID-19, durante la pandemia se ha familiarizado con las oportunidades que brinda para realizar diversas operaciones, o permitir visualizar información.
En este sentido, a causa de los factores que venimos mencionando, se ha extendido el uso de códigos QR al realizar transacciones económicas. El proceso es sencillo, el código está conectado a una cuenta bancaria y la persona que lo escanea puede transferir directamente los fondos para completar su compra.
Este código puede imprimirse en papel o mostrarse en una pantalla, y es muy útil para personas que priorizan la rapidez o inmediatez de los pagos, sin dejar de lado la eficacia y la seguridad de la información. Es recomendable que las empresas tengan en cuenta que pueden agregar valor a los consumidores por este motivo, a través de un método que es bastante sencillo de implementar.
A medida que más personas recurren a métodos de pago digitales, las empresas tendrán que adaptarse en consecuencia. Esto es absolutamente indispensable para las empresas que operan y venden en línea, porque deben ofrecer opciones de pago que garanticen a sus clientes seguridad, facilidad y eficiencia.
A medida que un mayor número de consumidores confía en sus teléfonos inteligentes o computadoras para realizar compras, aumenta la necesidad de las empresas en flexibilizar sus métodos de pago. Además, deben mantenerse dinámicos para responder a las demandas que se imponen naturalmente en la era digital respecto de las formas de pago.
Durante la última década, los métodos de pago han cambiado de forma cada vez más dinámica. Los avances en tecnologías como la inteligencia artificial y el blockchain, se van integrando en los nuevos sistemas de pago. Aunque es imposible predecir con exactitud lo que sucederá en el futuro, las empresas pueden prepararse para el cambio si están atentas a las tendencias que se producen en el presente. De este modo, sabrán qué esperar y podrán tomar las medidas necesarias para tener éxito.
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